Monday, 8 June 2020

CONSAGRACIÓN DEL MUNDO A MARIA AUXILIADORA


¡Oh Santísima e Inmaculada Virgen María, tiernísima Madre nuestra y poderoso Auxilio de los Cristianos! Nosotros nos consagramos enteramente a tu dulce amor y a tu santo servicio. Te consagramos la mente con sus pensamientos, el corazón con sus afectos, el cuerpo con sus sentidos y con todas sus fuerzas, y prometemos obrar siempre para la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas.
Tú, pues, ¡oh, Virgen incomparable! que fuiste siempre Auxilio del Pueblo Cristiano, continúa, por piedad, siéndolo especialmente en estos días. Ilumina y fortifica a los obispos y sacerdotes y tenlos siempre unidos y obedientes al Papa, maestro infalible; promueve las vocaciones y aumenta el número de los ministros, a fin de que, por medio de ellos, el reino de Jesucristo se conserve entre nosotros y se extienda hasta los últimos confines de la tierra.
Te suplicamos ¡oh, dulcísima Madre! que no apartes nunca tu piadosa mirada de la juventud, expuesta a tantos peligros, de los pobres pecadores y moribundos y de las almas del Purgatorio: sé para todos ¡oh María! dulce Esperanza, Madre de Misericordia y Puerta del Cielo.
Te suplicamos, gran Madre de Dios, que nos enseñes a imitar tus virtudes, particularmente la angelical modestia, la humildad profunda y la ardiente caridad, a fin de que, por cuanto es posible, con tu presencia, con nuestras palabras y con nuestro ejemplo, representemos, en medio del mundo, a tu Hijo, Jesús, logremos que te conozcan y amen y podamos, llegar a salvar muchas almas.
Haz, ¡oh, María Auxiliadora! que todos permanezcamos reunidos bajo tu maternal manto; haz que en las tentaciones te invoquemos con toda confianza; y en fin, el pensamiento de que eres tan buena, tan amable y tan amada, el recuerdo del amor que tienes a tus devotos, nos aliente de tal modo, que salgamos victoriosos contra el enemigo de nuestra alma, en la vida y en la muerte, para que podamos formarte una corona en el Paraíso. Así sea

Saturday, 23 May 2020

NOVENA A MARIA AUXILIADORA


V.Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:
María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.
Rezar a continuación la oración del día que corresponda:

DÍA PRIMERO
¡Oh, María, poderoso Auxilio de los Cristianos que confiados de tu misericordia, acuden a tu trono lleno de confianza! Oye los ruegos de tus hijos que suplicantes imploramos tu poderoso patrocinio, para poder huir del pecado y de las ocasiones de pecar. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las Oraciones Finales.

DÍA SEGUNDO
¡Oh, María Santísima, Madre de bondad y de misericordia! tú que siempre libraste al pueblo cristiano, con tu poderoso patrocinio, de los asaltos e insidias del enemigo, protege nuestras almas, te lo suplicamos, de las acometidas del demonio, del mundo y de la carne, para que alcancemos completa victoria sobre los enemigos de nuestra salvación. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las Oraciones Finales..

DÍA TERCERO
¡Oh, poderosísima Reina del Cielo, que sola triunfaste de las herejías, que intentaron arrancar a tantos hijos del regazo de nuestra Madre la Iglesia! Ayúdanos ¡oh María! a guardar firme nuestra fe y puros nuestros corazones, en medio de tantas insidias para no contaminarnos con el veneno de tantas perversas doctrinas. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las Oraciones Finales.

DÍA CUARTO
¡Oh dulcísima Madre nuestra María, tú que eres Reina de los Mártires por los heroicos actos de valor y fortaleza que practicaste en la tierra! Dígnate infundir en nuestro corazón la fuerza necesaria para mantenernos constantes en tu servicio para que, venciendo todo respeto humano cumplamos sin rubor nuestros deberes religiosos y nos comportemos siempre como devotos hijos tuyos hasta la muerte. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las Oraciones Finales.

DÍA QUINTO
Querida Madre mía, tú que en el triunfo del Papa Pío VII mostraste tu eficaz patrocinio, desplegaste tu manto protector sobre toda la Iglesia y especialmente sobre su augusto jefe el Sumo Pontífice, defiéndelo en todo momento de los ataques de los enemigos, líbralo de las aflicciones, asístelo siempre para que pueda dirigir al puerto de salvación la navecilla de San Pedro, triunfando de las oleadas embravecidas que amenazan de sumergirla. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las Oraciones Finales.

DÍA SEXTO
¡Oh, María, Reina de los Apóstoles! toma bajo tu protección a los sagrados ministros y todos los fieles de la Iglesia Católica: alcánzales espíritu de unión, de perfecta obediencia al Romano Pontífice, y de celo ferviente por la salvación de las almas; especialmente te suplicamos extiendas tu amorosa asistencia sobre los misioneros, para que consigan atraer a la verdadera fe de Jesucristo a todas las almas, para formar del mundo entero un solo Rebaño bajo la guía de un solo Pastor. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las Oraciones Finales.

DÍA SÉPTIMO
No seas, Madre de misericordia, insensible a los dolores de la Iglesia menospreciada en su doctrina y en sus Sacramentos. No permitas sea derramada en balde la sangre preciosísima de tu divino Hijo, ilumina a los ciegos que la persiguen, fortalece a los débiles que no la defienden. Brille ¡oh María! tu poder sobre la tierra; sea glorificada y acatada la religión, observada la ley divina y eclesiástica, para que todos te alaben y alcance la humanidad los goces eternos. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las Oraciones Finales.

DÍA OCTAVO
Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra amantísima, de Ti se ha dicho: todo poder se le ha dado en la tierra y en el cielo; te presentas al trono del Altísimo, no como quien pide, sino como quien manda, a Ti clamamos desde el abismo de nuestras miserias, aleja de nosotros todo mal; bajo tu protección ponemos nuestros bienes, nuestros corazones, almas, potencias, sentidos, vida y todo lo que tenemos; sé nuestro amparo y nuestra defensa durante toda la vida. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las Oraciones Finales.

DÍA NOVENO
¡Oh, piadosísima Madre!, Tú que en todo tiempo te mostraste verdaderamente la Auxiliadora de los cristianos asístenos con tu poderosísimo patrocinio en vida y especialmente en el terrible trance de la muerte, y alcánzanos la perseverancia final. ¡Ah! no nos dejes un solo instante hasta que felices cantemos tus glorias y las misericordias de tu Hijo en el cielo, por los siglos de los siglos. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las Oraciones Finales

ORACIONES FINALES PARA TODOS LOS DÍAS

Invocación. ¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia… Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla… Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.


Súplica a María Auxiliadora.

Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad… (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

ORACIÓN A MARIA AUXILIADORA COMPUESTA POR SAN JUAN BOSCO


¡Oh María Virgen poderosa!
Tú, la grande e ilustre defensora de la Iglesia;

Tú, Auxiliadora del pueblo cristiano;

Tú, terrible como un ejército en orden de batalla;

Tú, que sola destruyes los errores del mundo, defiéndenos en nuestras angustias, auxílianos en nuestras luchas,

socórrenos en nuestras necesidades,

y en la hora de la muerte, recíbenos en el eterno gozo.

Amén

AUXILIO DE LOS CRISTIANOS

¡Oh Santísima e Inmaculada Virgen María, tiernísima Madre nuestra y poderoso Auxilio de los Cristianos! Nosotros nos consagramos enteramente a tu dulce amor y a tu santo servicio. Te consagramos la mente con sus pensamientos, el corazón con sus afectos, el cuerpo con sus sentidos y con todas sus fuerzas, y prometemos obrar siempre para la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas.

Tú, pues, ¡oh Virgen incomparable! que fuiste siempre Auxilio del Pueblo Cristiano, continúa, por piedad, siéndolo especialmente en estos días. Humilla a los enemigos de nuestra religión y frustra sus perversas intenciones. Ilumina y fortifica a los obispos y sacerdotes y tenlos siempre unidos y obedientes al Papa, maestro infalible; preserva de la irreligión y del vicio a la incauta juventud; promueve las vocaciones y aumenta el número de los ministros, a fin de que, por medio de ellos, el reino de Jesucristo se conserve entre nosotros y se extienda hasta los últimos confines de la tierra.

Te suplicamos ¡oh dulcísima Madre! que no apartes nunca tu piadosa mirada de la incauta juventud expuesta a tantos peligros, de los pobres pecadores y moribundos y de las almas del Purgatorio: sé para todos ¡oh María! dulce Esperanza, Madre de Misericordia y Puerta del Cielo.

Te suplicamos, gran Madre de Dios, que nos enseñes a imitar tus virtudes, particularmente la angelical modestia, la humildad profunda y la ardiente caridad, a fin de que, por cuanto es posible, con tu presencia, con nuestras palabras y con nuestro ejemplo, representemos, en medio del mundo, a tu Hijo, Jesús, logremos que te conozcan y amen y podamos, llegar a salvar muchas almas.

Haz, ¡oh María Auxiliadora! que todos permanezcamos reunidos bajo tu maternal manto; haz que en las tentaciones te invoquemos con toda confianza; y en fin, el pensamiento de que eres tan buena, tan amable y tan amada, el recuerdo del amor que tienes a tus devotos, nos aliente de tal modo, que salgamos victoriosos contra el enemigo de nuestra alma, en la vida y en la muerte, para que podamos formarte una corona en el Paraíso. Así sea.


Friday, 22 May 2020

ROSARIO DEDICADO A MARIA AUXILIADORA




"Tengan mucha fe en Jesús Sacramentado y en María Auxiliadora y estén persuadidos de que la Virgen no dejará de cumplir plenamente sus deseos, si éstos han de ser para la gloria de Dios y bien de sus almas. De lo contrario, les concederá otras gracias iguales o mayores". San Juan Bosco

Oración para todos los días

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Bienaventurada Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos conseguir la victoria sobre el enemigo maligno, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Día Primero

Oración para todos los días
Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Bienaventurada Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos conseguir la victoria sobre el enemigo maligno, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Madre mía, Auxiliadora, Reina del Cielo y de la Tierra, dame la gracia de nunca sentirme lejos de ti, porque si es verdad que muchas cosas están lejos, tú Señora, siempre estás cerca. Y quien a ti reza confiadamente lo consigue todo. 

Llegue hasta ti Señora mi oración.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Súplica a María Auxiliadora.

Día Segundo

Oración para todos los días
Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Bienaventurada Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos conseguir la victoria sobre el enemigo maligno, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¡Oh María Auxiliadora, que nunca has rechazado ningún pecador que a ti acude arrepentido, dame la gracia de comprender que junto a Ti encontraré el más seguro y suave refugio, donde estaré a salvo de las embestidas y celadas del enemigo infernal.6

Pon Señora en mí, los ojos de vuestra piedad y atiende benigna mi oración.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
  Súplica a María Auxiliadora.

Día Tercero

Oración para todos los días
Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Bienaventurada Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos conseguir la victoria sobre el enemigo maligno, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Así como durante la noche la Estrella Matutina brilla anunciando el día, así también Nuestra Señora, como madre compasiva, se conduele de aquellos que sufren, de aquellos que la buscan e invocan, no sólo para pedirle, sino también para darle gracias por las alegrías, los éxitos y favores recibidos.

Oh María Auxiliadora, escucha mi oración.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 Súplica a María Auxiliadora.

Día Cuarto

Oración para todos los días

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Bienaventurada Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos conseguir la victoria sobre el enemigo maligno, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

María Santísima nos socorre y auxilia en medio de todas las situaciones difíciles que sufrimos a lo largo de nuestro caminar rumbo al Cielo, en nuestra lucha contra las tentaciones, contra el pecado, o delante de las aflicciones de cada día. En todas estas situaciones, la Santísima Virgen viene a nuestro encuentro, infundiendo en nosotros el ánimo, la esperanza y el consuelo.

Madre mía Auxiliadora, atiende mi oración.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria
 Súplica a María Auxiliadora. 

Día Quinto
Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Bienaventurada Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos conseguir la victoria sobre el enemigo maligno, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Se reza la oración para todos los días

Las Sagradas Escrituras nos presentan insignes mujeres de fe y virtud, vírgenes y madres santas, cuyo elogio los autores sagrados se complacen en cantar. Sin embargo, ninguna otra sino tú mereció la incomparable alabanza de Dios "Dios te salve María, llena eres de gracia".
Confiados en tu intercesión, escucha María Auxiliadora mi oración.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 Súplica a María Auxiliadora.

Día Sexto

Oración para todos los días
Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Bienaventurada Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos conseguir la victoria sobre el enemigo maligno, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oh María Auxiliadora: no me olvides cuando yo me olvide de ti; no me abandones cuando te abandone; sígueme con tu celestial mirada y llámame cuando me aparte de ti, búscame cuando me esconda; sigue mi rastro cuando huya; levántame cuando caiga y recondúceme por el buen camino cuando me extravíe.

Con la certeza en tu protección, atiende Madre Santa mi oración.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Súplica a María Auxiliadora.

Día Séptimo

Oración para todos los días
Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Bienaventurada Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos conseguir la victoria sobre el enemigo maligno, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Nuestras miserias son una razón especial para que acudamos al auxilio de Nuestra Señora, y es la convicción de esta verdad que debe dar a nuestra vida espiritual aquella unción y aquella suavidad y confianza propia a los verdaderos hijos de María.10

Con gran confianza presentemos a Dios nuestras intenciones y tú, oh María Auxiliadora, atiende mi oración.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Súplica a María Auxiliadora.

Día Octavo

Oración para todos los días

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Bienaventurada Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos conseguir la victoria sobre el enemigo maligno, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Si Nuestra Señora atendiera inmediatamente todos nuestros pedidos, la tierra se transformaría en un paraíso y los sufrimientos desaparecerían. Pues bien, una de las mayores gracias que la Virgen nos da son las cruces, y sobrellevar con fortaleza y confianza los sufrimientos que nos sobrevengan.

Muchas veces Ella tarda en atendernos para concedernos después abundantes gracias por no haber dejado de confiar en Ella y haber perseverado con fe.

Madre Auxiliadora, en medio de mi aflicción, mírame con compasión y no deseches mi oración.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Súplica a María Auxiliadora. 

Día Noveno

Oración para todos los días

Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Bienaventurada Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos conseguir la victoria sobre el enemigo maligno, por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

En la peor de nuestras preocupaciones, recordemos que cuando la tormenta haya llegado hasta el auge, es hora de preparar el incienso y todo lo necesario para cantar el "Magníficat".

Porque cuando el sufrimiento llega al auge, María Auxiliadora interviene y nos salva, pues cuando su socorro parece más distante, es allí la hora de las gracias mayores.

Oh Señora y Madre mía, ayúdame.


Súplica a María Auxiliadora

Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad.(Se pide la gracia deseada).

Bien sé, Madre querida, que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Pero este temor se me disipa al pensar que tú me atenderás no porque soy bueno, sino porque tú eres buena.

Por tanto, tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de mi lastimosa situación y hacer que sirva con fidelidad a ti y a tu Divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo auxilio. Amén.

2. NOVENA A MARIA AUXILIADORA

V. Virgen Sacratísima, dígnate permitirme que te alabe.

R. Dame fortaleza contra tus enemigos.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

 Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno, por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Tres Avemarías, Gloria y la jaculatoria:

María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros.

 Rezar a continuación la oración del día que corresponda:

 DÍA PRIMERO

 ¡Oh, María, poderoso Auxilio de los Cristianos que confiados de tu misericordia, acuden a tu trono lleno de confianza! Oye los ruegos de tus hijos que suplicantes imploramos tu poderoso patrocinio, para poder huir del pecado y de las ocasiones de pecar. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días los días.

DÍA SEGUNDO

¡Oh, María Santísima, Madre de bondad y de misericordia! tú que siempre libraste al pueblo cristiano, con tu poderoso patrocinio, de los asaltos e insidias del enemigo, protege nuestras almas, te lo suplicamos, de las acometidas del demonio, del mundo y de la carne, para que alcancemos completa victoria sobre los enemigos de nuestra salvación. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

 DÍA TERCERO

 ¡Oh, poderosísima Reina del Cielo, que sola triunfaste de las herejías, que intentaron arrancar a tantos hijos del regazo de nuestra Madre la Iglesia! Ayúdanos ¡oh María! a guardar firme nuestra fe y puros nuestros corazones, en medio de tantas insidias para no contaminarnos con el veneno de tantas perversas doctrinas. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

DÍA CUARTO

¡Oh dulcísima Madre nuestra María, tú que eres Reina de los Mártires por los heroicos actos de valor y fortaleza que practicaste en la tierra! Dígnate infundir en nuestro corazón la fuerza necesaria para mantenernos constantes en tu servicio para que, venciendo todo respeto humano cumplamos sin rubor nuestros deberes religiosos y nos comportemos siempre como devotos hijos tuyos hasta la muerte. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

 DÍA QUINTO

 Querida Madre mía, tú que en el triunfo del Papa Pío VII mostraste tu eficaz patrocinio, desplegaste tu manto protector sobre toda la Iglesia y especialmente sobre su augusto jefe el Sumo Pontífice, defiéndelo en todo momento de los ataques de los enemigos, líbralo de las aflicciones, asístelo siempre para que pueda dirigir al puerto de salvación la navecilla de San Pedro, triunfando de las oleadas embravecidas que amenazan de sumergirla. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

 DÍA SEXTO

 ¡Oh, María, Reina de los Apóstoles! toma bajo tu protección a los sagrados ministros y todos los fieles de la Iglesia Católica: alcánzales espíritu de unión, de perfecta obediencia al Romano Pontífice, y de celo ferviente por la salvación de las almas; especialmente te suplicamos extiendas tu amorosa asistencia sobre los misioneros, para que consigan atraer a la verdadera fe de Jesucristo a todas las almas, para formar del mundo entero un solo Rebaño bajo la guía de un solo Pastor. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

 DÍA SÉPTIMO

 No seas, Madre de misericordia, insensible a los dolores de la Iglesia menospreciada en su doctrina y en sus Sacramentos. No permitas sea derramada en balde la sangre preciosísima de tu divino Hijo, ilumina a los ciegos que la persiguen, fortalece a los débiles que no la defienden. Brille ¡oh María! tu poder sobre la tierra; sea glorificada y acatada la religión, observada la ley divina y eclesiástica, para que todos te alaben y alcance la humanidad los goces eternos. Tres Avemarías y Gloria Terminar con las oraciones finales para todos los días.

 DÍA OCTAVO

 Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra amantísima, de Ti se ha dicho: todo poder se le ha dado en la tierra y en el cielo; te presentas al trono del Altísimo, no como quien pide, sino como quien manda, a Ti clamamos desde el abismo de nuestras miserias, aleja de nosotros todo mal; bajo tu protección ponemos nuestros bienes, nuestros corazones, almas, potencias, sentidos, vida y todo lo que tenemos; sé nuestro amparo y nuestra defensa durante toda la vida. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

 DÍA NOVENO

 ¡Oh, piadosísima Madre!, Tú que en todo tiempo te mostraste verdaderamente la Auxiliadora de los cristianos asístenos con tu poderosísimo patrocinio en vida y especialmente en el terrible trance de la muerte, y alcánzanos la perseverancia final. ¡Ah! no nos dejes un solo instante hasta que felices cantemos tus glorias y las misericordias de tu Hijo en el cielo, por los siglos de los siglos. Tres Avemarías y Gloria. Terminar con las oraciones finales para todos los días.

 ORACIONES FINALES PARA TODOS LOS DÍAS

 Invocación.

¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia... Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla... Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

Súplica a María Auxiliadora.

Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma, remedies mi necesidad... (pídase aquí la gracia que se desea obtener). Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Mas Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio.

BENDICION DE MARIA AUXILIADORA





Con esta bendición, Don Bosco invocó y obtuvo la protección de la Virgen en incontables ocasiones

-Nuestro auxilio nos viene del Señor.
-Que hizo el cielo y la tierra.
 Ave María
-Bajo tu amparo nos refugiamos,
Santa Madre de Dios,
no desatiendas las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos de todo peligro,
Virgen gloriosa y bendita.
-María Auxilio de los cristianos.
-Ruega por nosotros.
-Señor, escucha nuestra oración
-Y llegue a ti nuestro clamor.

-Oremos:
Dios todopoderoso y eterno,
con la ayuda del Espíritu Santo,
preparaste el cuerpo y el alma de María, la Virgen Madre,para ser digna morada de tu Hijo;al recordarla con alegría, líbranos por su intercesión
de los males presentes y de la muerte eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
-Amén.

-La bendición de Dios Todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.
-Amén.


ORACIÓN A MARÍA AUXILIADORA (Por San Juan Bosco)

Oh María Virgen Poderosa,
Tú, grande y preclara defensa de la Iglesia,
Tú, singular Auxilio de los Cristianos,
Tú, terrible como ejército ordenado para la batalla,
Tú, que sola has destruido todas las herejías del mundo,
Tú, en nuestras angustias,
Tú, en nuestras luchas,
Tú, en nuestros necesidades,
Protégenos del enemigo,
Y en la hora de la muerte, recíbenos en el Gozo Eterno.

Amén.

CONSAGRACIÓN DEL MUNDO A MARIA AUXILIADORA

¡Oh Santísima e Inmaculada Virgen María, tiernísima Madre nuestra y poderoso Auxilio de los Cristianos! Nosotros nos consagramos enteram...